1- Hace algunos años, en el 2015, cuando nuestro proyecto académico nacía en el ámbito del Posgrado de la FADU UBA, tuvimos una serie de invitados (que venían a la facultad en persona de noche, no era por Zoom!) que alimentaban el espacio con sus conocimientos generosamente compartidos en aquellas aulas del cuarto piso.
El Proyecto desde su origen tiene como referencia indisimulable, la idea de repensar un modelo de país como territorio integrado, en línea con lo que en su momento expresó el libro La Nación Argentina Justa Libre y Soberana , de 1950.
Fue primero la Geógrafa Carla Lois, la que como parte de los idas y vuelta luego de su buenísima charla consideraba al libro como una pieza de propaganda, en una mirada parcial para nuestro entender; es verdad que el libro era la única forma de comunicación masiva de la época, y en ese sentido era una pieza de propaganda, pero que sin lugar a dudas llevaba en sus páginas un claro modelo de país pensado en todas sus dimensiones, a tal punto, que aun hoy, 70 años después, sigue siendo la base sobre la cual se sigue trabajando (y es el registro de buena parte de lo hecho que aún perdura como patrimonio público construido)
Fue luego el siempre provocador (en el mejor de sus sentidos) Mauricio Corbalán quien hizo un recorrido por varios casos de proyectos de planificación de la historia mundial que en el afán de dominar todas las variables, fracasaron mas tarde o temprano (no estaba incluido entre sus ejemplos el proyecto y el libro citado) proponiendo repensar el real valor y alcance de la vocación planificadora.
Y también nos visitaron Marta Aguilar y Daniela Triegerman de Planificación Territorial de la Nación, para contarnos el PET (Plan Estratégico Territorial), Plan que de alguna manera retoma la herencia del NJLS, y busca al día de hoy, actualizarlo y darle continuidad. (Esto en opinión personal no se ha logrado, y es esa actualización el objeto de reflexión de nuestro proyecto: recuperar la inteligencia que construyó ese proyecto y ese documento, buscar descifrar que pensarían hoy sus autores acerca de como pensar el territorio, detrás de que intereses y cuáles serían los paradigmas a honrar.)
2- Seis años después, en el digital año pospandemia 2021, el Taller Nación, en su formato cátedra de grado, acaba de convocar a un primer encuentro presencial de docentes y estudiantes; la cita se dió allí donde empieza la Pampa objeto de reflexión del Taller este año, en San Vicente, en la Quinta Museo Provincial 17 de Octubre.
La quinta ofrece una serie de atracciones que pueden interesar o no , pero lo que indudablemente debiera tratarse de una recorrida necesaria para todos, mas allá de las simpatías e ideologías, es la notable muestra permanente del museo, curada por el arquitecto Pablo Beitía: refleja la épica con la que se delinea y se lleva adelante un proyecto de Nación, en un contexto particular de planeta en posguerra, de redefinición de territorios e intereses, de ideales y futuro; y cómo ese proyecto es argumentado y puesto a conocimiento de la población, en una época donde comunicar era mucho mas difícil en términos de herramientas para hacerlo y alcanzar a los habitantes de un país tan extenso.
Primer noción: dibujar completo ese país tan extenso, reconocerlo, dirigirse a la totalidad de sus habitantes: una casa única con todos adentros, así se entiende el país en aquel entonces, y así se lo trata, con los conocidos alcances que en materia de territorio supo tener esa lectura del país.
Segunda idea, planificar en el tiempo! establecida la hipótesis de país deseado, puesto en contexto histórico, y definidas las políticas para llevarlo a cabo (sin entrar a evaluarlas), ponerlas en una agenda, en tiempos, en secuencias, estableciendo un cronograma, un plan.
Y allí aparece el plan quinquenal, donde guste o no, todos saben para donde se va.
Y se debate, y se legisla. Se determinan plazos, se asignan presupuestos. Y se ejecutan.
de
es el día de hoy que buena parte de esa planificación constituye el patrimonio público vigente.
Ese proyectar, aun materia de propaganda, aun con todos los aúnes, es capital colectivo vigente.
Que aprendimos estos 70 años?
3- Cuando vimos esta imagen, en uno de los primeros actos del actual gobierno, nos entusiasmamos:
Unos pocos hombres, sobre el soporte natural pleno, la barranca del Paraná, solo una bandera.
Todo para hacer.
Creímos leer la posibilidad de un nuevo contrato entre la cultura y la naturaleza.
Un escenario post episodio global: la pandemia hoy, como la guerra en aquel entonces, abría la posibilidad de pensar en nuevas formas de habitar, detrás de nuevos paradigmas.
Aparecía la idea de las nuevas 24 capitales, repensar la hidrovía como Paraná, compartir su destino con las provincias involucradas.
Los grande debates ambientales productivos por darse: la alimentación, el extractivismo, las fumigaciones, el agua, el uso ecualizado del territorio, el derecho a la vivienda.
La expectativa y el apoyo de todo un país que no logra salir de una eterna adolescencia.
Pero si bien la pandemia complicó las cosas, mas lo ha hecho la propia coalición gobernante, que no pudo armar un proyecto, un plan, donde todos supiéramos donde estábamos yendo, y se atomizó en muchas coyunturas inútiles.
Y rápidamente, tronó el escarmiento.
4- Mientras escribimos estas cansadas reflexiones ( son muchas las desilusiones ya...) anuncios de diversas dimensiones inundan los medios, tal vez tarde, tal vez, ojalá, a tiempo.
Ninguno dentro de un marco reconocible que vaya en una dirección sostenida en el tiempo; o al menos, nadie nos contó el plan.
Vivimos una realidad compleja, para el planeta en general, y mas para nuestro pendular país. Nadie ignora la pandemia, ni las herencias, ni la actualidad.
Pero si parece que ignoramos, todos, la necesidad de establecer algún acuerdo, algunas líneas que no haya dudas son imprescindibles ir construyendo.
Entre tanto anuncio, aparecen un par de voces pidiendo un plan, incluso, escuche la palabra quinquenal. Se empieza a dar forma a esa idea.
Los mas memoriosos, al menos, recuerdan que es por ahí.
El problema ahora , es que eso para muchos signifique repetir los argumentos que ese gobierno de Perón, expresaba 70 años atrás, en un mundo que ya no existe. Los dueños son los mismos, pero los conflictos, y las herramientas son muy diferentes.
Ya no alcanza con repetir las recetas y estrategias de aquellos planes; en todo caso, sería interesante saber que es lo que Perón y sus equipos dejarían registrado en una versión contemporánea de aquel gran libro si lo hicieran hoy.
Mientras hay que resolver urgencias ineludibles, alguien tiene que pensar mas lejos, porque en definitiva los tremendos problemas de la coyuntura urgente, solo se solucionaran en el marco de políticas, y acciones de gobierno sostenibles en el tiempo, en un mundo que es muy variable y voluble, pero que al pragmatismo, le pide un mapa.
Planificar (y comunicar y ejecutar) es la tarea.