Algunas consideraciones después de la primer Charla Abierta:
Mapas para la Nación, Carla Lois.
Lunes 28 de septiembre 2015
Los Mapas de Carla, como los mapas que cada uno de nosotros
dibuja,
son particulares, únicos, intencionados.
Dibujamos lo que queremos que sea; detrás del motivo que
sea.
Cuando esos dibujos definen dominios, parcelas, países, se
intenta que haya normativas que regulen el deseo de esos mapas;
Que de algún modo, y a través de alguna convención, el
tiempo vaya dejando un registro que permita definir ámbitos de acción.
Y es interesante como en apariencia, los mapas están
prácticamente definidos, fijos.
Las escuelas de allí y acá, nos enseñan de esos mapas, físicos o políticos, pintamos
sus bordes, asignamos dominio, nombres, fronteras, países limítrofes, nombres
de provincias.
Imaginamos ríos, montañas, desembocaduras, incluso ciudades.
Pero quien define esa convenciones; cuando se fijaron? Donde
y detrás de que interés?
Carla nos ha hecho ver como eso mapas, aunque parezcan, no
están tan dados.
Nos mostró de donde vienen en el tiempo, nos probó con
viejos registros, llevándonos a la información dura detrás de esos mapas, como
se han ido consolidando situaciones: a veces con más argumentos validos, y a
veces sin tantas certezas, con más fuerza que razón.
Carla, desde el mundo académico, nos provoca, poniendo en
crisis algunas verdades históricas; sostiene que la Argentina ha sido
siempre expansiva sobre el territorio, y detecta 3 grandes expansiones, ligadas
a periodos castrenses: el desierto patagónico, el Chaco, y Malvinas y el Atlántico
sur.
Y en eso tienen razón.
No acordamos tanto sobre otros dos periodos: el primer Perón,
y tal vez, por la no distancia histórica, y tampoco lo llegamos a abordar, el
actual periodo de la gestión kirchnerista.
Hablamos de la diferencia entre nacionalismo y patriotismo.
Hablamos del NJLyS y del Plan Estratégico Territorial.
Carla marcó la diferencia entre trabajo técnico y
propaganda.
Y el Taller recordó que la no comunicación acertada de un
trabajo brillante,
es su ausencia.
Que instalar en el colectivo una idea permite apropiarla,
socializarla.
Educar es heredar. Construir patrimonio.
A 24hs de una elección trascendente, esta idea cobra mas
valor aún..
Desde el Taller le planteamos, la necesidad de contextualizar
cada uno de esos períodos donde el territorio es abordado en expansión; de ver
eso fenómenos en relación a fenómenos similares ocurriendo simultáneamente en
territorios vecinos: las particularidades en la situación americana tras el
derrumbe del imperio hispano, y la construcción del primer territorio nacional,
y de los primeros territorios nacionales, todos ellos, como parte de un mismo
proceso de acomodamiento.
Carla rebate la idea de plataforma submarina, la de
proximidad: provoca cualquier argumento que uno quiera utilizar para argumentar
Malvinas.
Nos propone pensar más, argumentar diferente.
Rechaza la idea de tener un mapa sobre la Antártida, ante el
compromiso asumido por nosotros y muchos países de no tener mapas sobre ese
territorio común universal que establece el tratado antártico de 1959.
Solo acepta que Chile también actúa mal, como Argentina al
respecto, no quedando claro como debiera actuarse ante las potencialidades que
la historia ha demostrado cristalizan a futuro en esas pulseadas. No avala los
registros previos, la etiquetización, la iconización del Territorio.
También hablamos de los mapas espaciales, del territorio aéreo;
de que Otis con su ascensor cuantificó el aire, hoy hasta el primer kilómetro de
las mega torres globales.
Y de cómo debiera mapearse ese espacio, que así como bajo
tierra encierra recursos indispensables, aloja en ese nuevo limite de los satélites,
los flujos de información y comunicaciones que ya se disputan.
Carla, desde su saber, nos provoca.
Y el taller lo agradece: la idea de este espacio es la de
construir argumentos, herramientas, para que la arquitectura se integre a las
mesas de la discusión sobre el territorio.
Pero la carga ideológica, la carga de sentido, nunca se
detiene.
Los pulsos laten día a día, los actores se acomodan
permanentemente, y el mapa se vuelve a dibujar.
Es un ciclo, que talla y modifica, y a cada paso, deja un
registro, una infraestructura, un equipamiento, un pueblo vacío, un puerto
abandonado, migraciones.
Tres días antes de nuestro segundo encuentro abierto, de
este miércoles 28 de octubre, el máximo mecanismo de representatividad que
acordamos, las elecciones abiertas, ha permitido un nuevo pulso, un nuevo
reacomodamiento, un registro de la tensión que propone, en apariencia, dos
formas de gestionar los intereses y destinos públicos, que se definirán en pocas
semanas.
Pero rápidamente, los intereses sobre esa redefinición, han dibujado los
nuevos mapas, transitorios, soportados por datos, interesados.
E interesantes.
Los colores redefinen, dos países.
Los colores, en realidad, vuelven a dibujar el mismo mapa de
siempre, el del origen.
El del centro rico de la
cuenca agro-sojera y el puerto; y el de los bordes
lejanos, el “interior profundo” visto desde la odiosa centralidad porteña.
Esa franja central, que 200 años atrás, pugnaba con la banda
oriental de artigas y las provincias del Noa la hegemonía de la gestión del
extremo sur del continente, allí donde los primeros mapas daban cuenta que
debajo del río negro, la tierra magallánica solo era abordable para las etnias
originarias, y la Argentina, aunque se parecía ya bastante a ella misma, aun no
existía.
Mañana miércoles 28 de octubre 2015, Pulsos sobr la Nación, segunda conferencia
abierta del Taller, con Mauricio Corbalán, de m7red.
Posgrado FADU UBA; 4º piso, aula 402, 19hs, mas o menos
puntual!
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